Ubicar los antecedentes de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, nos lleva a la segunda mitad del siglo XIX, período en el que se registra una serie de hechos que tienen como finalidad, mejorar las condiciones del trabajador asalariado.El 13 de mayo de 1874 es la fecha en que se conoce el surgimiento de la primera organización de trabajadores: la Sociedad de Artesanos, inscrita por el sacerdote Francisco Calvo. A esta organización le siguen la Federación de Artesanos Nacionales y el Club de Obreros.Es interesante observar que Costa Rica contaba en la última década del siglo XIX con una población de 243.000 habitantes y que se encontraban en el país más de 6000 trabajadores extranjeros, europeos principalmente, quienes traían ideas reivindicativas para los trabajadores, tomadas de la efervescencia que se vivía en las ciudades altamente industrializadas de sus países de procedencia. Una quinta parte de la población nacional sabía leer y escribir, entre ellos los emigrantes europeos.La primera huelga que se conoce en el país se da en octubre de 1888, organizada por obreros italianos contratados para trabajar en la segunda fase de la construcción del Ferrocarril al Atlántico. Entre los motivos señalados por los dirigentes para ir a la huelga, estaba el atraso en el pago del salario y que muchos trabajadores morían por las condiciones de trabajo existentes.El Siglo XX inicia su recorrido con las primeras luchas por establecer jornadas menores de trabajo, aunque aún no se hablaba en el país, como sí ocurría en Europa y estados Unidos, de la división del tiempo diario en 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 ocho horas de recreación. En 1902 se impulsa el establecimiento de una jornada máxima de 9 horas para el sector público. En 1904 diferentes gremios agitan la consigna de que dicha jornada debe fijarse para todos los trabajadores.En Costa Rica, un grupo de trabajadores organizados e intelectuales unieron esfuerzos y celebraron el 1 de mayo de 1913 el Día Internacional del Trabajador. Muchos de quienes estuvieron en esa actividad participaron también en 1919 en los movimientos de protesta que culminaron con la separación de los hermanos Tinoco del Gobierno, al que habían llegado con el auxilio de un golpe de estado, dos años antes.En ese mismo año (1919) el francés Daniel Le Grand, promotor de una legislación internacional del Trabajo, con el nacimiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ve concretar su deseo de crear un organismo tripartito, integrado por representantes laborales, patronales y gubernamentales, en igualdad de condiciones para participar en los debates de las conferencias y en la toma de decisiones. La primera conferencia se realizó en octubre de 1919 en Washington. Al año siguiente, Costa Rica se incorpora a este organismo.Decisiones importantes tomó la OIT en sus primeros años de existencia relacionadas con la jornada laboral de 8 horas, la lucha contra el desempleo, la protección de la maternidad, el trabajo de las mujeres y el de las personas menores de edad. En nuestro país se aprueba la jornada de labores en ocho horas, mediante la Ley Nº 100 del 9 de diciembre de 1920.En resumen, podemos decir que en 1920 en Costa Rica, los trabajadores, los intelectuales y algunos políticos, especialmente los graduados en Europa en la Universidad de Lovaina, tenían inquietudes en cuanto a dar apoyo legal a la prestación de los servicios y, en el plano internacional, se contaba con la legislación apropiada para elaborar en el país, leyes acordes con los lineamientos de la justicia social.Esa situación se pone de manifiesto con la presentación, por parte del diputado Jorge Volio, del proyecto de ley de Accidentes del Trabajo, la que tras varios intentos sin resultado positivo, es al fin aprobada el 28 de octubre de 1924.En ese mismo año, el también diputado, Carlos María Jiménez Ortiz, inicia sus luchas en el Congreso por la creación de leyes laborales. A quienes adversaban dichas leyes diciendo que no eran necesarias en nuestro país, les respondía constantemente que "si urgentes problemas no se han presentado aún en Costa Rica, vale la pena prevenirlos hoy por medio de una legislación social apropiada, antes de sufrir más tarde los difíciles conflictos, de suyo complejos, del trabajo".Se analizó en varias sesiones del Congreso la conveniencia de aprobar primero la emisión de las leyes del trabajo y después la creación del Ministerio o viceversa. El diputado Jiménez Ortiz admitía en esa oportunidad que " la emisión de las leyes del trabajo y de la previsión social, es lo principal, y la creación del Ministerio respectivo es lo accesorio: pero en realidad, el conjunto forma un mecanismo tan complejo que en ciertos países la nomenclatura de leyes obreras de legislación industrial ha venido a tomar la propia designación del Ministerio correspondiente y se las llama Leyes del Trabajo y de la Previsión Social".El esfuerzo de don Carlos María dio sus frutos en la tercera semana del mes de junio de 1928, cuando se aprobó en tercer debate la creación de dos secretarías: la de Trabajo y Previsión Social y la de Agricultura, las que deberían estar adscritas durante al menos los cuatro primeros años a cualesquiera de las otras ya existentes. La de Trabajo quedó unida a la de Gobernación y Policía.El 27 de junio se firmó la Ley Nº 33 que crea la Secretaría de Estado en los Despachos de Trabajo y Previsión Social, la que lleva fecha 2 de julio y fue publicada el 4 de ese mes, en La Gaceta Nº149. La principal función que se le dio fue la preparación del proyecto del Código de Trabajo.
La evolución de los salarios mínimos en las últimas décadas puede observarse claramente a partir de los datos oficiales. De acuerdo a la serie estadística más larga disponible para el periodo más reciente, publicados por el Banco de México e INEGI, se pueden distinguir los siguientes periodos:De 1969 a 1977, el salario mínimo real crece a 5.7% anual llegando a su punto más alto en este último año. Luego seguirá un periodo más corto, de 1977 a 1982 en que el salario mínimo tiene un ligero decrecimiento de 1.3% anual. En cambio, entre 1982 y 1992 se da la peor caída del salario mínimo en la historia del país: 6.36% anual acumulando un baja de 63.6 por ciento.Posteriormente entre 1992 y 1995 la caída es un poco más suave, de 2% anual para luego volver a incrementarse entre 1995 y 2003 a un ritmo negativo de 2.5% anual. Finalmente entre 2003 y 2014 el salario mínimo se mantiene constante, ni crece ni decrece.La evolución de los salarios mínimos desde 1977 hasta el presente contrasta con su comportamiento en la etapa anterior, particularmente la que corre entre 1954 (año de la devaluación del peso) y 1977. Fue también un largo periodo de crecimiento lo que permitiría un aumento sostenido del empleo urbano.Según Bortz,3 el salario mínimo legal en el Distrito Federal aumentó en términos reales de 1.09 pesos en 1955 a 3.15 en 1975 (p. 278, 1988). Lo que es más importante, las remuneraciones de los trabajadores como porcentaje del PIB también aumentan de 26.9 a 38.1% en ese mismo periodo. El crecimiento económico y el aumento en los salarios reales y el empleo, sobre todo urbanos, parecía anunciar un país que se dirigía hacia una modernidad compartida. Pero la verdad era que este crecimiento se basaba, en mucho, en el sacrificio del campo. La agricultura mexicana aportó cuantiosos recursos para el desarrollo urbano e industrial. El otro lado de la moneda de la modernidad del milagro mexicano se reflejaba en los altos niveles de pobreza y en el atraso que sufrían particularmente las áreas rurales.Además de esta tendencia, el otro ingrediente negativo de este periodo fue el autoritarismo. La oposición política era muy reducida y su influencia casi marginal en el Congreso de la Unión y en los gobiernos estatales y municipales. Los sindicatos se controlaban con base en un sistema corporativo que se distinguía por la ausencia de democracia. La movilización social, aunque presente todos estos años, no era tolerada.
Yolanda Elizabeth Lumbreras Flores.
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